martes, septiembre 13, 2011

De no creer el MOTOGP en Argentina por CFK. Discurso de Cristina



Video y discurso de Cristina Fernández en Francia.
FIRMA DEL ACUERDO PARA EL REGRESO DEL CAMPEONATO MUNDIAL DE MOTOCICLISMO, REALIZADO EN LA EMBAJADA ARGENTINA EN FRANCIA





La otra, también de no creer, más de no creer todavía que el Dakar, porque poder organizar – yo no soy muy entendida de motos, acá tendría que estar Amado Boudou, el ministro de Economía, que ese ruidito del libro quedaría chiquito al lado del que él le hace con la Harley Davidson arriba de la que anda, tendría que estar acá, es el experto – pero realmente me han dicho que el G.P. es el premio más importante, es el evento más importante en materia de motociclismo a nivel internacional y lo vamos a realizar nada más y nada menos que en Santiago del Estero, la provincia más antigua de la República Argentina, más de 400 años, no en la ciudad exactamente pero sí en un lugar turístico muy importante como son las Termas de Río Hondo, donde hay una infraestructura hotelera muy importante, pero donde además la provincia ha hecho y está haciendo importantes inversiones. El Gobernador Gerardo Zamora nos acompaña y cuando entre ambos –Nación y provincia – decidimos hacer la inversión para que esto pueda realizarse porque significa también un salto cualitativo para la Argentina y especialmente para la provincia de Santiago del Estero.
Yo pensaba – le decía a Gerardo cuando decidimos esto – impensable también unos años atrás que Santiago del Estero, que forma parte de las provincias del NOA-NEA argentino, una región históricamente postergada injustamente en la República Argentina y que hoy está floreciendo, está generando los crecimientos más importantes en términos económicos y también los saltos cualitativos en materia social sea hoy y pueda ser porque lo importante es que es puede ser el escenario: ha logrado reunir las obras, ha logrado reunir las calidades, las cualidades que se necesitan para ser precisamente protagonista de este evento deportivo tan importante. Y eso también, Gerardo, en cierta manera revela para todos los argentinos, en general, y los santiagueños, en particular, un motivo de orgullo.
Y luego estamos aquí también porque mañana, en un acto que seguramente va a ser muy emotivo le van a dar el Premio de la Paz, el premio más importante que otorga la UNESCO, a nuestra querida Estela de Carlotto, presidenta titular de Abuelas de Plaza de Mayo, nos acompaña Rosita, la vicepresidenta; Buscadita también; Elsa Oesterheld, que está también con nosotros; los hijos; los nietos. De acá diviso a Juan, a Victoria, a un montón, está también Madariaga. Yo digo Abel Madariaga, porque en realidad es Abel Madariaga hecho pequeño, es el papá – ya sé que es Francisco Juan, era una broma, no me entendiste – digo Abel porque es tan parecido al padre que no necesitaba ADN. Esta era la broma que yo tenía que hacer después y Juan me la arruinó, Juan y Juan Cabandié, que es otro de los nietos recuperados y la verdad que será un momento muy especial.
Yo también quiero agradecer en estos momentos a Francia, seguramente también mañana lo vamos a hacer, por todo lo que significó en materia de luchas por los derechos humanos, en todo lo que significó en ser un refugio para los que huían del país y también en ser un gran activista internacional frente a las violaciones que se cometían en la Argentina, en materia de derechos humanos. También recibió aquí a nuestro querido embajador ante la UNESCO, el pianista Miguel Ángel Estrella fue también, junto a Daniel Filmus y a otros, un firme impulsor  de otorgar este premio tan merecido a Estela. Tan merecido y ellos mismos en un tiempo dirían: “Pucha, nos gustaría que nadie tuviera que recibir en la Argentina un premio por estás cosas que nos pasaron”. Porque hubiera sido mejor que no pasaran y que el premio fuera recibido por cualquier otra cosa, pero definitivamente es también una caricia al alma y un reconocimiento a los que nos pasó a los argentinos y la firma convicción de que nunca más vuelva a suceder.
Afortunadamente, hoy, la Argentina es otro país, totalmente diferente no solamente en materia de derechos humanos, sino también en materia económica, en materia social. Realmente me da mucho orgullo hoy como Presidenta de todos los argentinos poder estar hablando de las cosas que nos están sucediendo a los argentinos en materia de crecimiento económico; en materia de inclusión social; de cómo hemos avanzado de aquí al 2001 en que implosionábamos y que parecía que el mundo y la Argentina se desintegraban y hoy estamos en una posición realmente importante logrando metas sociales y metas económicas impensadas, desde la reducción del analfabetismo a 1,9; allá en el año 2001, en el último censo, teníamos el 2,6 y hoy somos uno de los países con menor índice de analfabetismo en todo el mundo. También con nuestros programas sociales que nos permiten dedicar el 1,2 por ciento de nuestro PBI a un programa de inclusión, como es la Asignación Universal por Hijo, que ha permitido que millones de chiquitos que todavía sus padres no puedan tener trabajo o un trabajo decente puedan igualmente garantizar su acceso a la educación y a la salud. No sé qué le pasó a alguno con el celular ahí, pero ya se le solucionó seguramente, esas cosas de los adminículos modernos que estás hablando y suenan y te distraen por ahí, pero bueno no importa. Los números también de esa educación a la que destinamos también un 6,47 de nuestro PBI.
Y todos pueden parecer números pero esos números tienen – como siempre digo – rostros humanos, tienen historias de vida que han significado un vuelco muy importante a una Argentina que siempre era mostrada o era digamos enseñada entre comillas como un lugar a donde alcanzaban solamente cosas malas.
Creo que esto es un logro de todos los argentinos, en el cual yo tengo el honor de representar a esos argentinos y a esta Argentina que hemos construido entre todos y estar en hechos como este que nos ocupa hoy, la firma de un convenio tan importante en materia deportiva, que también nos da un lugar en el mundo. Porque está claro que se elige a la Argentina porque reúne las condiciones, las calidades y las garantías para ser eventos de esta naturaleza, no es una elección al azar, no es una elección porque alguien dio vuelta a una ruleta y salió la Argentina, ni es viento de cola, es una decisión de quienes conducen esos eventos tan importantes y que reafirma un poco esto que venimos diciendo.
Y mañana también en otro evento tan importante que nos coloca – a la Argentina – en materia de derechos humanos y en materia de memoria, verdad y justicia también a la cabeza del mundo, no solamente es la economía, no solamente es la sociedad y el progreso todo esto también puede darse porque hay una sociedad que cree que los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia son importantes. No es casualidad que se pueda dar todo esto en un mismo espacio histórico y geográfico. Tiene que ver porque son vectores, son directrices que se entrecruzan y dan como resultado esto que estamos viviendo hoy.
El otro día una persona muy especial porque es una persona con una historia de vida como tantos otros argentinos jóvenes, menores de 35 años, que hoy nos acompañan, me decía que tal vez lo más importante que le haya pasado en la vida es estar viviendo esta Argentina que nunca pensó que iba a poder vivir, después de todas las cosas que había vivido o que le había tocado sobrevivir. Yo creo que algunos hemos tenido la suerte de vivir y otros han tenido la suerte de sobrevivir y han podido comenzar a vivir, en el buen término y sentido de la palabra, a partir de que se lograra una determinada  (salto de satélite) y yo creo que esto es muy importante: distinguir entre vivir y sobrevivir. Y la verdad que nosotros queremos vivir y queremos que todos, no solamente en la Argentina, vivan en una sociedad más justa, más equitativa y más igualitaria, que de eso se trata apenas lo que todos intentamos hacer todos los días.
Muchas gracias por acompañarnos, veo gente también como Susana Rinaldi, una fantástica argentina que también viviste exiliada Susana mucho tiempo, aquí en París, ¿no? No te pongas los anteojos que llorar no está mal, que te queda bien además, queda bien llorar, además hace bien. Y bueno tantos otros argentinos y argentinas importantes que hoy nos acompañan a los cuales agradezco muchísimo que podamos compartir este momento y mañana el que vamos a compartir en la UNESCO. Muchas gracias y buenas tardes a todos y a todas.