Cuenta la historia que en Mayo de 1821 debido a presiones de un grupo de comerciantes, el cabildo, aprovechando su ausencia, destituye al gobernador Gral. Martin Miguel de Güemes y lo condena al exilio. El 31 de Mayo Güemes regresa a Salta montado a caballo, ordena a su guardia mantenerse alejada e inactiva y avanza desarmado y con los brazos cruzados. Los confabulados dieron la orden de disparar, pero quienes lo apuntaban no se animaron a hacerlo, depusieron sus armas y pidieron perdón. Su valentía y convicción le permitieron aplacar la revuelta sin disparar un tiro.
Un grupo de los golpistas huyo a Jujuy y con ayuda de los realistas, regresaron y emboscaron al General Güemes una oscura y fría noche de 7 de Junio, a pocos metros de la casa de su hermana Macacha. Herido de muerte, con la patria desgarrándose en su pecho y acompañado de sus fieles gauchos, cabalgo 32 Km por cerros y cerrados montes hasta llegar a la Quebrada de La Horqueta donde falleció el 17 de Junio de 1821, luego de 10 días de penosa agonía.
Surgió entonces, de parte de Yamaha Motor Argentina y su concesionario oficial 3S en Salta, Kamar Sport Plaza, una acción de responsabilidad social empresaria. Así fue como se creó esta travesía de cuatriciclos a La Horqueta durante la noche del 16 de Junio. La idea desde el primer momento fue participar activamente y desde nuestro rubro, de los homenajes al héroe gaucho que se realizan en la ciudad.
La primera vez, concentramos 45 cuatriciclos de variadas marcas y modelos (con excelente criterio YAMAHA no acotó la participación solo a sus vehículos) en el parque industrial, en el acceso sureste de la capital. El perfil de los participantes fue de lo más variado, padres e hijos, muchos jóvenes (aquí Guemes despierta grandes emociones y un fuerte sentido de pertenencia) y también algunos abuelos. La noche no podía ser mejor, la luna llena y una lluvia de estrellas nos acompañarían en el trayecto de algo más de 1 hora. Partimos a las 22:00 hs y a los 5 minutos ya estábamos subiendo las laderas de los cerros que le dan a Salta ese marco tan característico y que nos convence que el calificativo de “La Linda” está bien ganado.
Mientras subíamos por la cuesta de la herradura, las luces de la ciudad aparecían imponentes y mirando hacia abajo veíamos una fila interminable de cuatriciclos con las luces encendidas.
Alrededor de las 23:00 ya estábamos en la cumbre, a 1600 msnm. El monte era sumamente cerrado, la brisa muy fresca y al detenernos para reagruparnos y apagar todos los motores, el silencio era sobrecogedor. Nos transportaba 190 años atrás. No montábamos caballos, no llevábamos ponchos ni bombachas, pero todos nos sentimos un poco los infernales de Güemes.
Arribamos a La quebrada de la Horqueta pasadas las 23:30, justo a tiempo para limpiarnos la cara y sacudirnos la tierra que juntamos en esta increíble Travesía nocturna para puntualmente, a las 00:00 del 17 de Junio, con el pecho lleno de orgullo, entonar fuerte el himno nacional argentino y dar inicio a la tradicional “Guardia bajo Las Estrellas”. Luego de algunos discursos, los niños y jóvenes tuvieron el honor de depositar una ofrenda floral al pie del monolito que recuerda el lugar exacto de la muerte del Gral Guemes en nombre de todo el grupo de pilotos.
Fue en ese momento que muchos entendieron que responsabilidad social empresaria es también educar a nuestros jóvenes y adultos, reafirmando los valores patrios y revalorizando nuestro sentido de pertenencia a esta tierra.
Finalizada la parte formal de los actos y con la satisfacción de haber sido parte, comenzó la gitarreada alrededor del fogón, donde todos juntos, con más ganas que nunca, entonamos el himno de Salta, la hermosa zamba “La Lopez Pereyra”.
Pero bueno, lo que siguió ya es tema para otra crónica. Lo importante es que hoy, hay más de una crónica y es una jornada que repetimos todos los años.
Finalizada la parte formal de los actos y con la satisfacción de haber sido parte, comenzó la gitarreada alrededor del fogón, donde todos juntos, con más ganas que nunca, entonamos el himno de Salta, la hermosa zamba “La Lopez Pereyra”.
Pero bueno, lo que siguió ya es tema para otra crónica. Lo importante es que hoy, hay más de una crónica y es una jornada que repetimos todos los años.