domingo, enero 17, 2016

LOS HERMANOS PATRONELLI Y SU YAMAHA RAPTOR 700 FUERON LOS CAMPEONES DEL DAKAR 2016

Los pilotos oficiales de la escudería nacional de Yamaha Motor se adjudicaron hoy una victoria más de este rally Dakar. Marcos se quedó con la punta y Alejandro lo acompañó en segundo lugar demostrando no sólo sus habilidades como pilotos sino también la excelencia del Raptor 700, que ahora es argentino.

 Los pilotos de Yamaha Motor Argentina, Marcos y Alejandro Patronelli, lograron otro histórico doblete para la marca de los tres diapasones en la clase cuatriciclo de esta edición 2016 del Dakar. El Yamaha Raptor 700, que año a año hace podio en la clase quads, hoy se alzó con una bandera argentina. En motos, el representante fue Paco Gómez, que logró llegar a la meta y estar entre los primeros argentinos de su categoría.

En la edición 2016 de este rally Dakar, Marcos Patronelli #252 logró su tercera victoria en la carrera más difícil del mundo, tras las conseguidas en 2010 y 2013. Por su parte, Alejandro Patronelli #253 fue su escolta como ya había sucedido en 2010 (el segundo doblete había sido en 2012 en orden inverso). Corriendo con la misma máquina, tirando juntos y con el Yamaha Raptor, la fórmula perfecta de este exitoso equipo.
























MARCOS PATRONELLI #252, representante de la marca, declaró sobre ello: “Es algo no esperado. La idea nuestra era llegar, pero se nos termina dando de a poco en la mitad de la carrera. A partir de ahí empezamos a cuidar la posición y a pensar todo el tiempo cómo hacer para mantenernos. Quiero felicitar a todo el equipo, a los mecánicos, a la familia, a Yamaha Motor Argentina, a todos. No solo fuimos nosotros arriba de los cuatriciclos, sino todos los que nos apoyaron todo el tiempo para que lleguemos. Yo no soy el primero, Ale también ganó. Y ganó de verdad. Veníamos iguales y él ayer levantó el pie y me dejó pasar. Podría haber ganado cualquiera. Somos dos ganadores. Acá ganó el equipo. No hubo competencia entre nosotros. Estoy agradecido por lo que hizo. Para mí, el también es dueño del 1”.

Marcos refiere en su declaración que la figura de los pilotos de Yamaha Motor Argentina comenzó a acrecentarse sobre el final de la primera semana de carrera, cuando Alejandro tomó la punta de la general, luego de la sexta etapa. Dos jornadas más tarde, la posta la tomó Marcos, finalmente ganador, pero que en ojos de Ale las posiciones no son representativas cuando se trata de su hermano en un mismo equipo.

ALEJANDRO PATRONELLI #253: “¡Ganamos!... No tengo más palabras. Le ganamos a todos. Los mejores tiempos del Dakar 2016 los hicimos con Marcos. Tengo una gran emoción. Estoy feliz, contento. Fue una carrera complicada, rara. Por momentos muy fea y por otros muy linda. No sé por qué se da… Tendremos buen ritmo, seremos buenas personas… Estoy seguro que Dios nos ayudó. No puedo pedir más. Tengo dos victorias, dos segundos puestos, que para mí son como triunfos porque llegué detrás de Marcos y con él no compito. Es una carrera apasionante, pero es muy dura. Estoy muy agradecido también a Yamaha Motor Argentina. El Raptor 700 es una máquina impresionante, algo infernal. Es un fierro. Ahora voy a festejar: quiero comer un asado en casa y acostarme a descansar en mi cama”.

La estrategia de tirar juntos durante toda la carrera rindió sus frutos ya que se impusieron con casi una hora y media de ventaja sobre el sudafricano Brian Baragwanath (Yamaha). Las primeras cinco posiciones las completaron el ruso Sergei Karyakin (Yamaha) y el argentino Jeremías González Ferioli (Yamaha). Un podio sin duda de Yamaha con un quad que es líder a nivel deportivo y que además hoy es ya argentino saliendo de la planta de la japonesa en General Rodriguez.

Por su parte y en la clase motos, Mauricio Paco Gómez, que también corrió con el apoyo de Yamaha Motor Argentina, logró su objetivo de llegar al final de la difícil prueba. En su quinta participación arribó en el puesto 47° y declaró:

MAURICIO GÓMEZ #46: “Se llegó al final del Dakar. Estoy contento, aunque no parezca. Estoy un poco frustrado por las primeras etapas, pero igual estoy feliz. Estar en un Dakar es un esfuerzo grande como también lo es llegar. Las etapas son duras. La de hoy parecía sencilla y al final fue complicada porque había barro y mucho polvo. El Dakar siempre es emocionante. La salida y las llegadas de cada etapa con la gente que te alienta, te aplaude, te saluda como si fueras una especie de héroe hace que se sientan muchas emociones juntas. Cuando las etapas son difíciles ver a la gente que te apoya es muy importante. Al Dakar no llegan todos. Eso está a la vista. Por eso es importante haberlo logrado”.