"En un paraíso en Restrepo Colombia, en la casita de la montaña costaba subir con un auto común tracción delantera y resulta que con su compañera atrás el hombre subió lo más canchero con su Hero, su mujer y demostró una vez más que no es el juguete sino quien lo hace jugar" así lo viví y estando de vacaciones con mí hija y mí yerno en un paisaje inolvidable