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Triunfo de Jorge Lorenzo con Yamaha, pero el resto del podio fue para Honda con Andrea Dovizioso y Casey Stoner. Una carrera emocionante con lucha permanente en todas las posiciones, donde se lucieron muchos pilotos, en particular Ben Spies y Marco Simoncelli que pelearon por el cuarto puesto, así como Valentino Rossi y Héctor Barbera por la sexta posición.
En Mugello ¡volvieron las batallas! Parecía como que una parte esencial se hubiera extraviado. Y lo esencial es lo que le da vida a todo. Nadie puede decir que hay carreras si no hay competición. Sin batallas, peleas, sobrepasos –de los cuidadosamente estudiados como de los impulsivos-, sin intercambios de posiciones: no son carreras. Es más, si todo es previsible, la magia que atrae a las multitudes se desvanece y la atracción se pierde. En Mugello, parecería haber retornado el ‘duende’ esencial, ese que esconde quien será el ganador, hasta revelarlo recién en la última vuelta.
¡La batalla por la victoria y el podio! Cinco son los que se anotaron para ganar. Cinco son los que tomaron la punta en el comienzo del GP de Italia, siguiendo el camino del poleman Casey Stoner y su Honda RC212V. Detrás del australiano, Jorge Lorenzo, Ben Spies superado por Andrea Dovizioso en el transcurso de la primera vuelta, así como Marco Simoncelli se hacía del quinto puesto al adelantarse a Nicky Hayden y luego avanzaría sobre Spies. Cinco que funcionaron en bloque, aunque ya en la séptima vuelta Casey se había escapado un poco (1.849), mientras Dovizioso aumentaba la presión sobre Lorenzo, para adelantarlo en la frenada de San Donato, al final de la recta principal, a la par que Spies hostigaba a Simoncelli.
“Esta mañana hicimos un pequeño cambio en la moto y ganamos estabilidad adelante. Tuvimos una buena salida y hemos sido constantes durante la carrera, a pesar de que no había mucho agarre y los neumáticos patinaban”, relató Dovizioso.
