Inaugurado por el presidente peruano Ollanta Humala, el denominado “Village Dakar” se ha convertido en el gran éxito popular de las verificaciones. El recinto, que brinda al gran público la oportunidad de imbuirse en el espíritu del Dakar, ofrece una amplia gama de actividades en sus 23 stands y 15.000 m².
“Nos dimos cuenta de que las verificaciones estaban reservadas a los competidores y que el público solo podía disfrutar del podio de salida”, explica Simon Deleplanque, responsable del “Village Dakar”. “Consideramos que era importante compartir el espíritu del Dakar, no solo con un podio equipado con una gran pantalla por el que desfilaran todos los pilotos, s ino también con bonitas instalaciones, animaciones y juegos. Creo que hemos cumplido con nuestro objetivo. Como novedad ofrecemos este año una tribuna que domina desde lo alto la carpa de las verificaciones técnicas.”
En total, se espera a unas 200.000 personas durante las tres jornadas de verificaciones. Muchas de ellas recorrerán inicialmente la carpa de Perú, donde podrán sacarse una foto al volante de un 4X4 surcando una duna…, siempre que vengan con una buena dosis de paciencia. “Llevamos media hora esperando”, comenta un espectador, “pero estoy seguro de que merece la pena. En cualquier caso, estoy muy contento de poder ver todo esto y de constatar que mi país puede demostrar al mundo que Perú es mucho más que el Machu Picchu”.
Un poco más allá, un padre de familia observa la destreza de su hijo de 6 a&nt ilde;os al volante de un 4x4… en un simulador. “¡Es increíble! He venido desde primera hora con mi mujer y mis cuatro hijos porque el mayor quería ver el desfile de vehículos. ¡Y no le ha decepcionado! ¡No había manera de sacarle de la tribuna! En cuanto al menor, corre de stand en stand dispuesto a probarlo todo… Es fantástico ver a esta nueva generación “descubrir” el espectáculo del Dakar. También tenemos previsto acudir a Pisco para ver el paso de la carrera”. ¡Parece que el “Village” alimenta pasiones…!
“Nos dimos cuenta de que las verificaciones estaban reservadas a los competidores y que el público solo podía disfrutar del podio de salida”, explica Simon Deleplanque, responsable del “Village Dakar”. “Consideramos que era importante compartir el espíritu del Dakar, no solo con un podio equipado con una gran pantalla por el que desfilaran todos los pilotos, s ino también con bonitas instalaciones, animaciones y juegos. Creo que hemos cumplido con nuestro objetivo. Como novedad ofrecemos este año una tribuna que domina desde lo alto la carpa de las verificaciones técnicas.”
En total, se espera a unas 200.000 personas durante las tres jornadas de verificaciones. Muchas de ellas recorrerán inicialmente la carpa de Perú, donde podrán sacarse una foto al volante de un 4X4 surcando una duna…, siempre que vengan con una buena dosis de paciencia. “Llevamos media hora esperando”, comenta un espectador, “pero estoy seguro de que merece la pena. En cualquier caso, estoy muy contento de poder ver todo esto y de constatar que mi país puede demostrar al mundo que Perú es mucho más que el Machu Picchu”.
Un poco más allá, un padre de familia observa la destreza de su hijo de 6 a&nt ilde;os al volante de un 4x4… en un simulador. “¡Es increíble! He venido desde primera hora con mi mujer y mis cuatro hijos porque el mayor quería ver el desfile de vehículos. ¡Y no le ha decepcionado! ¡No había manera de sacarle de la tribuna! En cuanto al menor, corre de stand en stand dispuesto a probarlo todo… Es fantástico ver a esta nueva generación “descubrir” el espectáculo del Dakar. También tenemos previsto acudir a Pisco para ver el paso de la carrera”. ¡Parece que el “Village” alimenta pasiones…!