Lorenzo ganó con estrategia –lo dejó liderar a Marc hasta mitad de carrera-, fue superior en situaciones de sobrepaso al límite y en aceleración fue determinante.
“Una de mis mejores victorias en MotoGP”, exclamó Lorenzo. Sin duda. Derrotar por poco al líder provisional del torneo (Márquez) no es poca cosa, más cuando los dos corrían con ‘el cuchillo entre los dientes’. Desde que se volvió a correr en Spielberg, siempre ha ganado la Ducati. Iannone (2016), Dovizioso (2017) y Lorenzo (2018). Pese a la garra de Márquez (fue también segundo en el 2017), la pista austríaca se mantiene como Ducati-land.
Lorenzo se llevó la primera vuelta, pero a partir de la segunda y hasta la dieciocho fue de Márquez perseguido por el dúo Ducati Lorenzo-Dovizioso, que según la mirada que se tenga, se podía concluir que era una persecución tediosa, pero desde otro punto de vista había tensión, amenaza e interrogantes: ¿podrían descontar las Ducati? ¿podrían llegar hasta Márquez y superarlo? Había que esperar. Porque Márquez marcaba la diferencia, pero las Ducati oficiales se mostraron super competitivas desde el viernes hasta el domingo. En el warm up fueron Dovizioso, Márquez y Lorenzo los tres primeros. Tambores de guerra sonaban desde temprano. Los tres eran favoritos. Recordemos que el ‘Dovi’ perdió la pole por 0.002.
Es interesante apreciar, las tres diferentes combinaciones Michelin que calzaron Márquez (Media/Dura); Dovizioso (Media/Media) y Lorenzo (Blanda/Blanda). Tres pilotos. Dos marcas de motos con puesta a punto y configuraciones muy diversas.
En seis de los primeros ocho giros, Márquez, marcó la mejor vuelta rápida de carrera. Quería instalarse adelante y hacer una diferencia. En el octavo giro estableció 1’24.292, pero en esa misma vuelta el ‘Dovi’ logró la mejor vuelta rápida de la carrera con record: 1’24.277. Allí los tres primeros estaban separados por casi un segundo (0.991) y esta diferencia se mantuvo hasta la vuelta 12, pero a partir de ese momento y en particular del giro 14 (justo mitad de carrera) la amenaza de la dupla Ducati se fue corporizando y achicando la diferencia con el líder.
Tal cual explicaba –durante la competencia- Davide Tardozzi, Team Manager de Ducati, habían logrado convencer a Lorenzo que su estrategia (de sus años en Yamaha) de conseguir la punta, correr solo y ganar, no era lo más apropiado con la Ducati. Dosificar, gestionar y estar cerca de la punta podía tener mejor resultado y beneficio.
Por eso, Lorenzo se guardó la ‘vuelta rápida en carrera’ para después de mitad de carrera. En el giro 17, hizo su mejor giro veloz: 1’24.327 y se puso a 0.147 de Márquez. “De allí en más regulé para cuidar los neumáticos y dosificar el combustible”, contó el piloto de la Ducati #99. Otra cosa que, también Lorenzo entendió es cómo utilizar dos virtudes de la ‘roja’: aceleración y velocidad final. No son la misma cosa. Lorenzo supo usar muy bien la aceleración en las subidas de Spielberg –en esto le ganaba a Márquez-, porque en velocidad final Márquez (313,9 Km/h) fue más que Lorenzo (309,8 Km/h). Con la nueva estrategia, Lorenzo fue acercando la amenaza. De 0.527 con Márquez en el giro 14, lo llevó al implacable 0.050 de la vuelta 18. En la siguiente, Lorenzo con su Ducati se pusieron al frente de la carrera, quedando la punta con Lorenzo-Márquez-Dovizioso.
Faltando siete giros, Lorenzo y Márquez se fueron distanciando del ‘Dovi’. A cinco del final, Márquez empezó a corporizarse como amenaza para Lorenzo. Y es en las tres últimas, donde la batalla por el #1 fue más intensa, incierta, donde las curvas 3 y 8, fueron testigos de los sobrepasos –de uno contra otro- al límite por dentro y fuera. Con algún error de frenada y pasada amplia por parte de Lorenzo que le permitió a Márquez quedarse como dueño de la vuelta 27, la penúltima, pero separados por la nada intangible: 0.028
De allí en más, lo que se vio es el combate entre dos Campeones Mundiales. Cuatro títulos de MotoGP™ de MM#93 contra tres coronas de JL#99. Dos de los mejores pilotos de la actualidad enfrentados en un duelo de adrenalina, máquinas, recursos, oportunidades, con superaciones al límite que incluyeron toques en plena recta. Así de vibrante, eléctrica, sin pausa, incierta, sin respirar, fue la última vuelta de una gloriosa carrera en Spielberg frente 93 mil espectadores austriacos, que frente a una carrera de éstas, dejaron de lado toda formalidad para permitir que la pasión los libere, viendo dos ‘animales de carrera’, hambrientos de victoria, de paridad casi imperceptible: 1’25.466 (Ducati #99) vs 1’25.624 (Honda #93) en el giro de la definición.
En la edición 2017 de Austria, la ganó Dovizioso (Ducati) por 0.176 a Márquez (Honda). Ahora fue por 0.130, entre Lorenzo y Márquez sobre la meta. Es la tercera mínima diferencia, en lo que va del 2018. La primera, la más exigua: 0.027 en Qatar entre Dovizioso y Márquez. Después la de Austria y en tercer lugar la de República Checa, el 0.178 entre el ‘Dovi’ y Lorenzo.
Es el tercer triunfo de Lorenzo en la presente temporada. Su victoria #47 en MotoGP. Para resaltar, la evolución ascendente de Jorge Lorenzo, observando que en Qatar (la primera) estaba 24. En la quinta, Francia, ya estaba en el puesto 14. En Holanda, la octava del 2018, era provisionalmente séptimo y en Austria llega al tercer lugar con 130 puntos, amenazado por Dovizioso que tiene 129.
Para todos aquellos que descreían de lo que podía hacer Lorenzo sobre la Ducati, para todos aquellos ‘adivinos’ del acontecer del deporte motor, esta es la única respuesta: resultados. Lorenzo es uno de los pocos pilotos que han vencido en dos marcas diferentes en la época de MotoGP.
¿Qué quedó para Márquez? Solitario piloto de Honda que está al frente del torneo de Pilotos, con 201 puntos -59 más que los 142 de Valentino, que partió 14 y finalizó sexto-. Digo solitario, porque es el que aporta mayoritariamente al torneo de Marcas o Constructores, por eso Honda está primera con 267 puntos, pero la dupla Lorenzo-Dovizioso suma con fuerza para colocar a Ducati en el segundo lugar como marca: 259 puntos.
¿La próxima? Con seguridad otra batalla emocionante. Inglaterra, donde en el 2017, triunfó Dovizioso de manera ajustada sobre Viñales por 0.114. Esto será en quince días. Mientras tanto nuestra memoria estará agitada por los recuerdos emocionantes de Brno y Spielberg.
Fotos: www.motogp.com
MARIO DIEZ | Distribución en Argentina Prensa Dorna Sports SL