Nueva medida. El gravamen alcanza a las unidades de $22.001 de precio de fábrica con una alícuota de 30% y de 50%. Se congelaron las ventas de 250cc en adelante apenas se conoció el proyecto.
FUENTE: WEB, FOTO ILUSTRATIVA.
Por Claudia Pagliarulo
nye@diariouno.com.ar
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El año que termina ha sido un año récord en ventas de motos. Sin embargo, el impuesto a los bienes suntuarios sancionado esta semana por el Congreso nacional preocupa al sector y abre un signo de interrogante sobre los niveles de venta para el 2014.
De hecho, desde que se anunció el proyecto que gravaría a los motovehículos con un precio de fábrica a partir de los $22.001 algunas concesionarias suspendieron las ventas de motos de 250 cilindradas en adelante, que serán las afectadas, hasta no conocer cómo se acomodaría el mercado a los nuevos precios.
El gravamen a los bienes de lujo afecta a vehículos de alta gama, embarcaciones y aeronaves de uso recreativo y motocicletas. En el caso de estas últimas, establece una alícuota del 30% para aquellas motos cuyo precio de fábrica se ubique entre $22.001 y $40.000 y del 50% para aquellas que se encuentren por encima de los $40.000.
Por el momento el mayor volumen de ventas se concentra en la franja de motos de 101 a 125cc (52,72%) y de 126 a 250cc (33,41%), que no serían alcanzados por estas alícuotas. Pero lo que más preocupa al sector es que con el ritmo inflacionario que aqueja al país en pocos meses se corra la vara y el impuesto abarque a motos de menos de 250cc, distorsionando el sentido original del tributo.
Del récord al desconcierto
“Noviembre nos deja un sabor agridulce; por un lado se ratifican los muy buenos niveles de actividad y patentamientos de todo el año, con un crecimiento interanual de 8 meses consecutivos y encaminándonos a lo que será un año récord. Pero por el otro nos genera preocupación la instauración de este nuevo impuesto que ha sido concebido para autos y motos de alta gama, pero que en el caso de nuestro sector carece de escalas y termina afectando a motovehículos que distan mucho de ser bienes suntuosos”, advirtió Diego Dinitz, presidente de la Asociación Argentina de Motovehículos (MOTTOS).
De enero a noviembre de este año se patentaron 659.994 motovehículos, lo que representa un crecimiento de 9,4% en comparación con el acumulado de 2012, en el que se habían patentado hasta esa fecha 603.308 motos. La cifra representa una marca histórica para el sector, cuando aún falta sumar las ventas del último mes del año.
Sin embargo, los referentes del sector no son optimistas con lo que ocurrirá a partir de ahora.
Según los cálculos realizados por MOTTOS, “en el año que estamos terminando el impuesto alcanzaría al 7% de las motos vendidas, serían 50.000 unidades que representan el 15% de la facturación; son 130 modelos de los cuales el 74% son de fabricación nacional”, expresó Dinitz.
Pero al proyectar el mercado del año próximo y considerar la inflación “observamos que el impuesto afectará al 20% de las motos disponibles para la venta. Son 140.000 unidades que representarían el 45% de la facturación total, con 115 modelos de fabricación nacional”, remarcó el presidente de la entidad nacional.
Más aún, señaló que “tenemos así una situación en la que todos los motovehículos alcanzados terminarán tributando el valor máximo de incremento del impuesto (50%) lo que implicará un impacto del 68% en el precio del producto”, enfatizó.
Uno de los puntos que reclama el sector es que el impuesto no contempló a la industria nacional, ya que comprende a todas las motos en general sin importar su origen, siendo que el 80% son de fabricación nacional.
El impuesto
El gravamen a los bienes suntuarios establece una alícuota del 30% para aquellas motos cuyo precio de fábrica se ubique entre $22.001 y $40.000 y del 50% para aquellas que se encuentren por encima de los $40.000.
Según los representantes de fabricantes de motos, antes de la aprobación del nuevo impuesto una moto de $22.000 tenía un precio de venta al público de alrededor de $30.000. Ahora, el precio treparía a $56.000.
Según los representantes de fabricantes de motos, antes de la aprobación del nuevo impuesto una moto de $22.000 tenía un precio de venta al público de alrededor de $30.000. Ahora, el precio treparía a $56.000.
En 2013 el impuesto alcanzará al 7% de las motos vendidas. Son 50.000 unidades.
Todos las motos terminarán tributando el valor máximo de incremento del impuesto (50%), que implica un impacto del 68% en el precio.
Preocupación: Concesionarias locales, en alerta
Mendoza se ubica sexta en el ranking de compra de motos. De enero a noviembre se adquirieron 26.438 unidades que representan el 4,01% del mercado nacional.
Si bien el mercado de motos de gama baja y media se mantuvo al mismo ritmo, el de las unidades que superaran las 250 cilindradas se paralizó apenas se conoció el proyecto.
En algunos casos las terminales subieron los precios y en otras inhibieron las ventas.
Fabián Díaz, de Lavalle Motos, comentó que “el segmento de gama alta se frenó por completo. Se congeló todo desde los primeros días de diciembre. Mucha gente vino con la idea de comprar antes de que se aplicara el aumento; incluso venían con la plata, pero para entonces los precios ya habían subido porque si vendés al precio anterior después no podés reponer el producto”.
“Una Kawasaki Ninja 300 que hace un mes salía $85 mil pasó a costar $145 mil”, ejemplificó Díaz desde esta agencia que comercializa Kawasaki, Yamaha, Motomel, Brava, Gilera, Zanella, Corven, entre otras marcas.
Si bien el perfil de cliente de este tipo de motos (enduro/calle, pisteras) puede pagar esos valores, “no van a querer comprar a esos precios, por lo que a la larga creo que las terminales van a terminar absorbiendo el impuesto si no quieren que ese mercado desaparezca”, pronosticó Díaz.
Leonardo Lorenzo, gerente comercial de Grupo Panella, expresó que “el mercado de motos es un mercado en crecimiento. En los últimos años el mercado cambió mucho: antes se vendían motos a quien no tenía para comprar un auto. Hoy las ciudades no soportan el crecimiento poblacional y mucha gente adquiere una moto como una alternativa de movilidad para evitarse los dolores de cabeza que significa trasladarse al centro en auto”.
Según este ejecutivo de Panella Motos, “acá va a pasar como con la soja, cuando alguna actividad anda bien, ven la forma de sacarle plata y le mandan el impuesto y a la larga se perjudica la población. Una moto que costaba $39 mil ahora está por encima de $55 mil”.
En este sentido comentó: “Hace unos minutos se va la gente de Yamaha Argentina y nos informaron que están analizando si pueden absorber una parte del impuesto. Ellos están haciendo una inversión de 10 millones de dólares en una planta en Campana (Buenos Aires) para ensamblar motos de 250 cilindradas en el país y así terminar con los problemas que tenemos al importarlas de Brasil pero este impuesto los perjudica mucho”.
Juan Gómez, uno de los propietarios de Pueyrredón Motos, que comercializa Honda, Yamaha, Suzuki, Kawasaki, KTM, entre otras marcas, indicó que “la venta de motos de 250cc están suspendidas porque si vendés no sabés cuánto va a salir reponerlas”.
“Esto nos va a afectar mucho”, se sinceró Gómez, quien ilustró la situación con un ejemplo: “Una moto que costaba $50 o $60 mil ahora pasa a costar $90 mil y con esa plata te podés comprar un auto”.
El propietario de Pueyrredón Motos consideró que el impuesto es distorsivo y que la aplicación de la alícuota debería haber tenido un piso de $70 u $80 mil. “Una moto que tiene un precio de fábrica de $22.001 no es un bien de lujo. Estamos preocupados porque dentro de unos meses el impuesto va a abarcar a las motos de 160 cilindradas”, advirtió.