Edición impresa. Cristina, famosa en Sampacho, Córdoba, por su actividad deportiva, volverá a competir el mes próximo. "Mi recuperación fue muy buena y estoy sana. Voy a correr el campeonato nacional", señaló al Diario Crónica.
La fuerza de voluntad supera cualquier barrera. Tiempo atrás, ante una delicada situación, Cristina Peruchín, de 36 años, no dudó un segundo y donó un riñón a una de sus hijas. Pese a que la operación fue un éxito, los médicos le comunicaron que sería muy difícil que pueda continuar con su carrera de piloto de motocross dentro del campeonato cordobés. Sin embargo, contra todos los pronósticos, la mujer apostó a más y retornará a las pistas de la especialidad para disputar el certamen nacional. “Mi hija se encuentra en perfectas condiciones, así que me dediqué a cumplir el sueño de mi vida”, aseguró la deportista en diálogo con “Crónica”.
En el pequeño pueblo de Sampacho, ubicado a 45 kilómetros al sudeste de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, no hay nadie que no conozca a Cristina Peruchín. Si bien es una mujer como cualquier otra del lugar, ella siempre se destacó por su capacidad de conducir a gran velocidad su moto, saltando rampas y eludiendo adversarios. De esa manera, en tan sólo cinco años atrás, la mujer llenó de orgullo al pueblo al consagrarse campeona provincial de la categoría 125 centímetros cúbicos. Sin embargo, cuando su carrera como motociclista había alcanzado el reconocimiento dentro del ambiente, se presentó el obstáculo más dificultoso: a su hija María José, de 21 años, le habían diagnosticado insuficiencia renal y necesitaba con urgencia un trasplante. “La verdad que no lo esperábamos. De un momento a otro mi hija se descompensó y los médicos nos explicaron que necesitaba operarse. Todos sabemos que la lista de espera es muy extensa y puede pasar mucho tiempo hasta que aparezca un donante. Cuando conversamos el tema con mi marido José Luis y el médico, consideramos que yo podría ser la donante para mi hija”, comenzó explicando a este diario Cristina Peruchín. Luego agregó: “Los doctores fueron claros al comentarme que me vaya olvidando del motocross si iba a donar. Con un solo riñón no estaba en condiciones de andar saltando grandes alturas o exponerme a caídas a alta velocidad. Pese a que este deporte es mi pasión, mis hijas son mi vida”, comentó la mujer, quien antes de someterse a la compleja operación se informó sobre otros casos similares con la intención de dimensionar la situación que debía enfrentar para salvar a su hija María José. “La verdad es que tenía un poco de miedo, pero el caso de Sandra Mihanovich y Sonsoles me dio fuerzas. La vi entera luego de dar el riñón y eso me esperanzó con poder correr de nuevo en motos”.
La operación fue un éxito y luego de varias semanas Peruchín comenzó con los entrenamientos abordo de su nueva moto. “Mi recuperación fue muy buena y estoy sana. El mes que viene corro el campeonato nacional”.
http://www.cronica.com.ar/diario/2013/05/20/47504-luego-de-donarle-un-rinon-a-su-hija-regresa-al-motocross.html