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jueves, abril 05, 2012

Uruguay con filial propia de Yamaha Motor


La compañía japonesa, que ya estaba en el país, comenzó a operar a través de concesionarios exclusivos de la marca. Abrió un local en Montevideo y otros dos en Colonia y Maldonado con una oferta de motos para todos los gustos


Desde la ventana del salón de conferencias de Rara Avis se ven cuatro motos estilo Harley Davidson apostadas en el estacionamiento una al lado de la otra. Quien observa la escena podría pensar que los propietarios de las motocicletas están participando en un típico encuentro de motoqueros; sin embargo, los dueños de las llamativas motocicletas no estaban en ningún encuentro de su barra sino en el acto de presentación de Yamaha en Uruguay, que ahora decidió instalarse directamente en el país.
Es que el evento concitó el interés de decenas de empresarios  –y también de un pintoresco grupo de motoqueros– , que participaron de la presentación oficial de Yamaha Motor en Uruguay.
Con una inversión cercana a US$ 1 millón, la empresa japonesa se instala de forma directa en Uruguay con tres locales: uno en Montevideo, otro  en Colonia y el tercero en Maldonado. La marca eligió estos dos últimos departamentos porque ve en ellos un gran potencial, dado que la venta de motos en esos puntos del país viene en ascenso.
UNA RED LOCAL

Si bien hace 20 años que las motos Yamaha se venden en Uruguay, la compañía japonesa decidió instalar sus oficinas comerciales en el país a través de concesionarios exclusivos, es decir, importadores que solo venden y distribuyen motos Yamaha. Hasta el momento, los productos Yamaha se vendían en locales multimarcas.
El vicepresidente de Yamaha Motor Uruguay, Pablo Hlebszevitsch, explicó a Café & Negocios en el evento que “Yamaha Motor Uruguay es la empresa importadora de los productos. Luego se arma una red de concesionarios (con una imagen corporativa uniforme) y a través de ellos se comercializan las motos y los repuestos”.
Quien también participó del evento fue el presidente Regional de Yamaha Motor, Shigeo Hayakawa, quien hace 10 años que vive en Latinoamérica. Actualmente reside en Brasil, desde donde coordina las filiales de Yamaha en Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Hayakawa dijo a Café & Negocios –en un español que domina gracias a sus años por estas latitudes– que la principal ventaja de Yamaha es que la marca tiene “una gran capacidad económica que le permite enfrentar cualquier vaivén de la economía”.
A su vez, reveló que para Yamaha es muy importante estar cerca de sus clientes “a través de concesionarios exclusivos” de Yamaha Motors, dijo.
UNA MARCA EN ASCENSO
Actualmente Yamaha posee una cartera de productos muy completa. Vende desde motocicletas pequeñas de uso cotidiano –de entre 110 y 125 centímetros cúbicos de cilindrada–, hasta motos para competencia (con hasta 1000 cc). También posee motos náuticas, cuatriciclos, y toda la variedad de repuestos que exige cada producto.
El vicepresidente de Yamaha Uruguay, Pablo Hlebszevitsch indicó que pese a algunos altibajos, la marca siempre tuvo un posicionamiento muy importante en Uruguay.
“Los clientes recuerdan y conocen a la marca como un sello de calidad, deportiva, y de excelentes prestaciones”, dijo.
Reveló que actualmente en Uruguay las ventas están creciendo. En este sentido, citó como ejemplo los números de Colonia que llevaron a la compañía a abrir un local en ese departamento a través de un concesionario.
Hlebszevitsch advirtió que la venta de motos “creció mucho” en Latinoamérica durante los últimos 10 años.
Uruguay no fue la excepción y en el país la venta de motos también se disparó. El ejecutivo explicó que la proporción de motos vendidas en Uruguay “es bastante alta”, si se tiene en cuenta la cantidad de habitantes y la cantidad de unidades comercializadas.
Según el ejecutivo, esto se debe a varios factores. Uno de ellos es que “el precio de las motos bajó bastante y subió el poder adquisitivo de la gente”. 
Señaló como otra causa del aumento de la venta de motos “la ausencia de transporte público”. “La motocicleta es un medio barato, porque el combustible y su mantenimiento no es tan caro”, advirtió.
En cuanto a los productos más vendidos, Hlebszevitsch informó que la mayor parte del mercado se concentra en la baja cilindrada (motos entre 110 a 225 centímetros cúbicos de cilindrada) por una cuestión de poder adquisitivo. “Son clientes que usan la motocicleta para ir a trabajar”, aseguró. De todos modos, aclaró que las motos más grandes que se usan y compran por placer, también se venden muy bien en Uruguay.
Por su parte, el japonés Hayakawa acotó que tanto los clientes de motos de baja cilindrada como aquellos que adquieren motos más sofisticadas comparten la pasión por las motos. “El cliente Yamaha siente pasión por las motos”, afirmó.
De hecho, en Brasil el ejecutivo tiene dos motos Yamaha en su casa: una grande y una chica dependiendo de las distancias que quiera recorrer.
“Para ir a un lugar cercano uso la chica y para ir de paseo a la montaña uso la grande”, cuenta con orgullo.
LA VISIÓN DE UN JAPONÉS
Hayakawa, que hace unos diez que vive en Latinoamérica, afirmó que el continente es un buen lugar para hacer negocios.
Aclaró que si bien existe la imagen de que el latino “no puntúa en muchas cosas”, su experiencia personal le ha demostrado lo contrario. “Trabajo con personas muy cumplidoras”, dijo.
En el caso concreto de Uruguay, afirmó que a los japoneses le agradan mucho los uruguayos porque “saben disfrutar de la vida”. Y, además, dijo, tienen algo en común: “comparten su pasión por las motos”.

ESPACIO DE PUBLICIDAD Acompañan a Motosargentinas Pedro Varela


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