Así llegaba Márquez a su box, mientras Valentino se llevo una victoria inolvidable. Foto Fernanda Varela
Ya desde la primera vuelta tomó la punta el de español queriendo repetir la victoria del 2014 en Las Termas y la de la semana pasada en Austin, Texas, lo paso a Aleix Espargaró con su Suzuki y se hizo la luz de distancia con Dovisiozo, mientras que muchos nos lamentábamos de lo lejos que estaba el gran Valentino Rossi, pero dispuesto a no entregarse tal gladiador que es vuelta a vuelta entró a girar en el tiempo de los punteros y fue descontando segundos y acercándose al pelotón que seguía desde “lejos” a Márquez.
El duelo de la península nuevamente fue ganado por el #46 en términos de boxeo, por puntos, tomando una ventaja en la cual, lejos de molestarse en la pelea por el segundo puesto ambos se acercaron, cada vez más a Márquez que llevaba una luz de unos 9 segundos.
El gran, pero gran Valentino Rossi escribió otro de sus capítulos que lo transforman en el más grande de la historia del motociclismo comenzando a descontar 300 milésimas por vuelta faltando 9 para el final de la carrera, simple cuenta… 9 x 0,3 resulta 2,7 segundos con lo cual Márquez en un final emocionante ganaría la carrera, pero no fue así Rossi batió el récord de pista en la vuelta 20 con 1:39.19 a un promedio de 174,7 km/h y acortando más de 700 milésimas en esa vuelta.
Márquez venía en el aire con su cuerpo pero era claro que no acertó en el tipo de neumático, por su parte Rossi venía a pleno llegando a pasarlo en la vuelta 23 pero, allí se produjo el doble toque y Valentino tuvo su vuelta de honor saboreando la segunda victoria en el año, escoltado por Dovizioso e Iannone. Pero el plus de emoción fue el sobrepaso de Crutchlow a Iannone en la última curva y ganando por 5 décimas, arrebatando el triple podio de italiano que se repetiría, transformado el piloto inglés en un podio con dos italiano y un inglés. Rossi ganó por nockout… como en el boxeo… una fiesta inolvidable con más de 130.000 espectadores en los tres días y con el arrepentimiento de aquellos que no se animaron para venir, simplemente se perdieron una de las mejores carreras de la historia.