Más allá de los problemas de la pista americana, el gran dominador de todo el fin de semana del GP de Indianápolis de MotoGP™ fue Dani Pedrosa, quien venció a Jorge Lorenzo por una diferencia abrumadora: 10.823 segundos. Tercero fue Andrea Dovizioso, quien pudo contener el ataque permanente de un valeroso Casey Stoner, que corrió lesionado.
En cuatro giros (de un total de 26), Marc Márquez se adueñó de la punta de Moto2™, para conseguir su quinta victoria del 2012 y dispararse en el torneo, con 39 puntos de diferencia, sobre Pol Espargaró, quien terminó como escolta de Márquez en la carrera. Completó el podio Julián Simón.
Luis Salom, conquistó su primera carrera del año de Moto3™, después de una lucha electrizante con Sandro Cortese (segundo) y Maverick Viñales (se cayó en la última vuelta cuando estaba segundo). Tercero clasificó Jonas Folger.
¿Qué hubiera pasado? No hay discusión alguna: Dani Pedrosa ganó la carrera de MotoGP™ en Indy de modo supremo: había hecho la pole, marcó la mejor vuelta en carrera y victoria con abultada diferencia sobre su escolta Lorenzo. “La moto era perfecta”, sentenció Pedrosa.
Sin embargo, nos permitimos imaginarnos algunos interrogantes, como ¿Qué hubiera pasado sí, Jorge Lorenzo, en lugar de calzar el neumático trasero intermedio (el único compuesto con el que sintió cómodo durante los entrenamientos libres y en clasificación) hubiera puesto atrás la goma dura como Pedrosa, Stoner, Dovizioso, Bradl o Bautista? Podría haber tenido una menor diferencia que los humillantes 10.823 segundos que le sacó el ganador Pedrosa. Aún con una temperatura en pista menor a los días precedentes (32 grados en el asfalto), no fue acertado poner un neumático que tenía mayor degradación para un GP tan exigente de 28 giros, por más que pudiera haberle otorgado mayor velocidad en algún tramo inicial. “Es cierto, podría haber peleado la punta con Pedrosa”, respondió con humildad Lorenzo quien reconoció su error, pero igual fue segundo. No pudo con Pedrosa, “He sido capaz de recuperar mi ritmo y pilotear cómodo al final, donde creo que Jorge ha sufrido un poco más con el compuesto blando en el neumático trasero”, contó el catalán. Pero Lorenzo superó con amplitud a Dovizioso y Stoner (tercero y cuarto) por más de seis segundos y medio.
“Con el equipo pensábamos que con el neumático intermedio podíamos terminar bien la carrera, así que decidimos tomar el riesgo”, se defendió Lorenzo, “al principio no fue mal, pude seguir a Ben y a Dani. Después la ventaja fue para Pedrosa”.
No creo que valga la pena imaginar, ¿Qué hubiera pasado en la vuelta 17, cuando la RC213V le dio un susto a Pedrosa, cuando pegó un latigazo y casi lo descabalga? Nada. “Cometí un error en la segunda curva al poner punto muerto”, aclaró Dani. No pasó nada, ya que el piloto de la Honda Nº 26, a pesar de unos segundos que perdió en la diferencia con Lorenzo, los recuperó con creces, porque el mallorquín no podía exigir más a su neumático trasero.
El triunfo de Pedrosa con la Honda RC213V le permitió a la marca del ‘ala dorada’ superar en uno a los obtenidos por Yamaha –en realidad a los conseguidos por Lorenzo con la Yamaha Nº 99-. Sobre un total de once GP, Honda con dos victorias de Pedrosa (Alemania e Indianápolis) más cuatro de Stoner (España, Portugal, Holanda y USA), está al frente del torneo de Constructores con 246 puntos seguido por Yamaha (241), gracias a los cinco triunfos de Lorenzo (Qatar, Francia, Catalunya, Inglaterra e Italia) y también el Repsol Honda Team marca el paso en el de Equipos: 393 puntos contra 291 del Yamaha Factory Racing.
¿Qué hubiera pasado si Casey Stoner no se hubiera lesionado durante la clasificación (los estudios diagnosticaron pequeñas fracturas, astillamiento de hueso, contusiones, desgarro de ligamentos, hinchazón de tejidos)? Estaba para la pole y para ganar la carrera, tal como lo hizo en el 2011. Valiente el australiano porque pudo correr en esas condiciones, más allá de haber sido infiltrado. Largó sexto y le peleó el puesto a Álvaro Bautista, a Stefan Bradl y lo tuvo loco a Andrea Dovizioso en la disputa por el tercer lugar, como lo reflejan los tiempos de uno y otro: la mejor vuelta rápida de Stoner fue la 15º con 1’39.785 (estaba tercero), obligando a esforzarse al máximo a Dovizioso, quien hizo en la vuelta 16º su mejor giro de 1’39.729 (estaba cuarto). Al final, Casey tuvo que resignarse con el cuarto puesto y con los valiosos 13 puntos. “Hice todo lo que ha sido posible”, argumentó el australiano. Todo esto agiganta la figura de Stoner y su accionar valeroso, que tuvo el premio del aplauso de los técnicos de su equipo, cuando llegó exhausto y agotado al box, y por sobre todo el apretón de manos que le dio Shuhei Nakamoto, el hombre que rige los destinos operativos de HRC, quien estaba allí y no el parc fermé saludando al ganador Pedrosa. Nakamoto sabía dónde había que estar: junto al Campeón 2011 de MotoGP, quien necesitó ayuda para bajarse de la moto y las muletas para poder caminar.
“La carrera ha sido difícil. No salí bien. Cuando Ben Spies tuvo el problema con la moto, me encontré en medio de la humareda, sin saber dónde estaba, y perdí posiciones”, narró Stoner sobre sus desventuras que no terminaron allí, “al final de la carrera ha sido imposible mantener el ritmo. Los calmantes que he tomado han ido perdiendo efecto y, para compensar la lesión, he ido forzando cada vez más la otra parte del cuerpo, para terminar sin energía”.
¿Qué hubiera pasado si Andrea Dovizioso en lugar de correr con una Yamaha del equipo satélite Tech3 hubiera tenido una moto oficial de fábrica, como Lorenzo o Spies? Porque con la Yamaha satélite ya consiguió su quinto tercer lugar –en su primer año con la moto de la ‘marca de los diapasones’-, una muestra de la impresionante “muñeca” del italiano y del amor propio para exhibirse como un piloto de punta (no hay que olvidar que fue tercero en el torneo 2011 de MotoGP™). No dudemos en decir que, en vez de estar presionado por Stoner, hubiera estado sobre las espaldas de Lorenzo con su estilo limpio de hostigamiento obsesivo.
“Para mí y para el equipo, un podio es casi como una victoria. Ellos (su Jefe Mecánico Guy Coulon y los mecánicos del Yamaha Tech3) han hecho un gran trabajo y siento mucho orgullo por todo el soporte que ellos me dan”, señaló el ‘Dovi’,“pero debo ser sincero que no esperaba ser tan fuerte en esta pista”. El piloto italiano tuvo su reconocimiento hacia Stoner: “Físicamente no estaba en la mejor forma, pero aún así estuvo a punto de batirme. Casey tuvo una performance brillante”, completó el piloto de la Yamaha Nº 4.
¿Qué hubiera pasado si Nicky Hayden no se daba ese tremendo golpazo durante la clasificación, quedando inconciente sobre la pista y con fracturas en algunos huesos de la mano derecha, cuestiones que lo imposibilitaron de correr? “Perderse una carrera es duro, pero perderse de correr la ‘carrera en casa’ es extremadamente difícil. No tuve lesiones fuertes después de la caída, pero para los médicos haber estado noqueado un rato largo no es bueno, así que tenemos que esperar a la próxima en Brno”, se lamentó Nicky, quien espera volver en República Checa si la mano derecha se lo permite.
¿Qué hubiera pasado si a Ben Spies no se le rompe el motor en plena recta, en el séptimo giro cuando marchaba segundo detrás de Pedrosa, después de un arranque fenomenal que lo llevó hasta el primer lugar para felicidad de los espectadores americanos? “Al principio de la carrera ha sido difícil, porque el ritmo ha sido muy fuerte desde la salida. Me ha pasado Ben Spies, pero estaba tranquilo porque sabía que hoy tenía el ritmo para luchar por la victoria”, reconoció Pedrosa. Spies señaló que “tenía pensado dejar que Pedrosa pudiera alejarse hasta tres segundos por delante mío, para sobre el final recuperar, pero de repente ‘todo voló’. No sé que pasó, traté de alejarme de la línea para no perjudicar al resto de los pilotos”.
Estas dos deserciones de pilotos oficiales, permitieron que el mejor CRT –el colombiano Yonny Hernández- finalizara noveno, igualando el mejor resultado del líder de los pilotos CRT (Aleix Espargaró en Laguna Seca), pero un puesto menos que el octavo de Randy de Puniet en Holanda. Y estas deserciones también permitieron que, el debutante y wild card Steve Rapp, en su segunda presentación, clasificará 14º y consiguiera sus primeros dos puntos, con la moto CRT del Attack Performance (si bien Rapp finalizó 15º, pero James Elliot perdió su puesto 14º, por una sanción de la Dirección de Carrera, por haber cortado camino en un momento de la competencia).
¿Qué hubiera pasado si el asfalto de Indy –en sus tres secciones que conforman el dibujo de 4.216 metros- hubiera estado en el nivel de un circuito de máxima exigencia? Sin duda, los pilotos se hubieran sentido más seguros y protegidos en un circuito emblemático del deporte motor; no habría habido tantos problemas para establecer la puesta a punto de las motos y es posible que los incidentes de Stoner, Spies y Hayden en clasificación no hubieran ocurrido, como tampoco los que complicaron a Moto3. Muy cuestionado también ha sido el accionar de los oficiales de pista como la del servicio médico en pista que tuvo actuación poco profesional en los incidentes de Héctor Barberá, de Nicky Hayden o Casey Stoner, un servicio que no tiene nada que ver con el brindado en el centro médico donde los atendieron posteriormente y que los pilotos resaltaron. Quienes mejor honraron al circuito fueron las dos hermosas azafatas americanas que, en lugar de escaparse, se quedaron en el medio del podio, bien en el centro de la escena, para recibir el baño de champagne de parte de Pedrosa, Lorenzo y Dovizioso, festejando con ellos con notable gracia.
Lo que efectivamente pasó. Dani Pedrosa ganó y se acercó en el Campeonato al liderazgo de Jorge Lorenzo. Ahora el mallorquín tiene 225 puntos y el catalán 207 –la diferencia se achicó a 18 unidades. Casey Stoner sumó (186) pero todavía está lejos de Lorenzo: a 39 puntos. Dovizioso sigue siendo cuarto con 137. Quinto es Cal Crutchlow con 106 –tuvo una caída sin retorno en el noveno giro-. Sexto está Stefan Bradl con 94, séptimo Álvaro Bautista con 92 y Valentino Rossi octavo con 91.
Para Rossi tampoco hubo un qué hubiera pasado. No pasó nada. Corrió sólo. “La moto patinaba mucho y dos veces se me cerró de adelante y estuve cerca de caerme”, afirmó el piloto italiano. Llegó séptimo a 57.614 de Pedrosa. El único consuelo para el calvario de Valentino es que le quedan siete carreras por delante y después vendrá la Yamaha para recuperar el amor y la pasión.
La próxima carrera. En una semana más, el 12º round de MotoGP, el GP de República Checa, en el trazado de Brno.