· El piloto AMV, campeón del Rally Dakar 2015, hace balance de su quinto triunfo en la carrera más dura del planeta
Marc Coma se proclamó ayer en Buenos Aires ganador del Rally Dakar 2015. Su quinto triunfo (2006, 2009, 2011, 2014 y 2015), el segundo consecutivo. Hazaña que sitúa al de AMV en un grupo selecto de pilotos, junto a Cyril Despres y Cyril Neveu, ambos con cinco títulos con el rostro del tuareg en la categoría de motos, y a tan solo uno de los seis de Stéphane Peterhansel. Un triunfo superlativo ya que, a la dureza habitual de las últimas ediciones del Dakar, se le tiene que sumar la competitividad de otras fábricas y el hambre de victoria de sus rivales. Pero el piloto AMV, junto con su KTM, fábrica que ya acumula 14 triunfos consecutivos, ha vuelto a conquistar la carrera más dura del planeta con una exhibición de talento, experiencia, esfuerzo y superación personal.
¿Qué balance haces de esta quinta victoria en el Dakar?
“Muy positivo. Estoy muy contento y orgullo. Ha sido un rally durísimo, como es habitual en las últimas ediciones, y complicado. Tuvimos que sobrepasar un problema en el segundo día, que nos retrasó un poco en la clasificación y nos obligó también a cambiar un poco la estrategia. Tuvimos que empujar y tirar fuerte para recuperar. Sabíamos que las etapas maratón iban a ser claves y así lo han sido. Gestionarlas ha sido la clave.”
Nunca antes habías conseguido revalidar este título y tampoco ningún piloto español había ganado dos Dakares consecutivos.
“Siempre lo digo, lo más difícil es ganar después de ganar. Es por eso que estoy tan orgulloso de esta victoria. Este triunfo dice mucho de todos nosotros, del equipo y de toda la gente que tengo a mi alrededor. No me obsesionaba ya que no creo en las estadísticas. Mi filosofía es la del trabajo del día a día y afrontar cada competición como si fuera el primer día, como si no hubiéramos ganado nada.”
Este año el trabajo en equipo ha sido muy importante.
“Sí. KTM lleva más de una década ganando el Dakar. Estamos en la mejor marca posible para optar a todo, tanto a nivel técnico como de calidad humana. En la etapa del Salar de Uyuni, por ejemplo, pude seguir gracias a la ayuda de Jordi [Viladoms] y de Ruben [Faria]. El día antes al Salar, “Vili” se prestó a hacerme la moto al verme llegar. Me dijo: “Tú descansa, que te estás jugando el Dakar, que ya lo hago yo”. Eso demuestra el tipo de persona que es, además de ser un gran piloto. Son hechos que quedan grabados, no los borra el tiempo. Quiero volver a agradecerle toda la ayuda y el trabajo de estos días. Fue una auténtica lástima su abandono pero una parte de este Dakar también es suya.”
Joan Barreda, primero, y Paulo Gonçalves, después, no te han puesto las cosas fáciles.
“Muy difíciles. El nivel ha sido altísimo. Esto también le da valor a la victoria. La gente se pensaba que igual si no estaba Cyril [Despres] podía ser más fácil para mí y no lo ha sido nada. Quiero felicitar a Joan [Barreda] y a Paulo [Gonçalves]. No han tenido ese puntito de suerte que yo sí que he tenido. Creo que los dos pueden ganar el Dakar en un futuro.”
Con estos cinco títulos, igualas a Cyril Despres y a Cyril Neveu. Por delante solo quedan los seis de Stéphane Peterhansel en moto. ¿Piensas en el sexto?
“No me gustan las estadísticas pero evidentemente estoy muy orgulloso de entrar en este grupo de elegidos tan pequeño. Contento. También por haber igualado a Despres, que es con el que he estado luchando una década. Llevo una vida trabajando para llegar a este nivel. Ni en el mejor de mis sueños pensaba esto. Ahora quiero disfrutar de este momento.”
¿Y de tu comentado paso a los coches qué nos puedes decir?
“Ahora quiero disfrutar mucho y no tengo respuesta para mi futuro. Mi vida es la moto y antes de hacer cualquier cambio en ese aspecto, uno debe valorar muchísimas cosas.”
¿Has hablado con tu hijo? ¿Qué te ha dicho?
“Ayer Queralt, mi mujer, me dijo que juega con unas motos pequeñas, simulando salidas y carreras. Y él las narra. El otro día le escucharon: “Coma, Coma… Luchando con Gonçalves, brrrrrrrrmmmmmm, brrrrrrrrmmmmmm… y gana… ¡Gonçalves!”. Queralt se puso las manos a la cabeza y pensó: “Esto no se lo explicaremos a tu padre”.