domingo, enero 12, 2014
Uyuni, nueva capital del Dakar
Por primera vez en su historia, una etapa del Dakar ha transcurrido por Bolivia. Esta incursión en el altiplano, con los 3.700 metros de altitud del vivac para motos y quads situado en la localidad de Uyuni, vendrá seguida de un nuevo recorrido por Bolivia este mismo lunes tras la salida de la 8ª etapa, en el curso de la cual se atravesará la frontera y se llegará a la meta en territorio chileno. El director del rally, Étienne Lavigne, y el presidente Evo Morales han hecho hincapié en el éxito espectacular de este acontecimiento novedoso en la historia del Dakar.
En el marco estricto y sobrio de la estructura de tela instalada en el interior del cuartel del Regimiento de Infantería de Uyuni, el presidente de la República de Bolivia, Evo Morales, y el director del Dakar, Étienne Lavigne, han hecho un primer balance de la llegada de la prueba a suelo boliviano. Étienne Lavigne ha destacado el éxito excepcional de esta primera jornada: “Me falta la respiración, efectivamente, pero sobre todo me faltan palabras para describir lo que ha pasado hoy aquí: 350.000 personas es una cifra espectacular para esta edición, pero es que es espectacular para el conjunto de la historia del Dakar”. Ese ambiente de fiesta en una pequeña localidad de 16.000 habitantes absolutamente engalanada, con todos los accesos abarrotados por espectadores procedentes de todo el país, ha ofrecido la imagen de una Bolivia entusiasta, abierta y bondadosa. Rara vez nos encontramos en el Dakar con un país que muestre este fervor que, en palabras del presidente de la República boliviana, ha transcendido a todos los estamentos de la sociedad.
Para Evo Morales, este primer día del Dakar en Bolivia ha sido “una jornada deportiva, una jornada de integración, una jornada en la que Bolivia ha sido el centro del mundo”. El presidente boliviano podía dar fe de estas declaraciones, puesto que ha vivido este día del Dakar sobrevolando los últimos kilómetros de la etapa para ver terminar a los primeros pilotos, justo antes de descender hasta la línea de meta de la especial de hoy y constatar el entusiasmo popular por la carrera. En Noel Mariaca, donde terminaba la sección cronometrada, se concentraban varios millares de personas que, aun blandiendo banderas bolivianas, animaban sin cesar a todos los pilotos que hacían su aparición. El baño de multitudes de Evo Morales a la llegada de los pilotos quedará como un momento único en la historia de la prueba.
En las callejuelas de la ciudad no cabía ni un alma, y las cuerdas extendidas a lo largo de las aceras servían para mantener a la multitud a cierta distancia del pódium y de los lugares por los que pasaban los competidores. Uyuni ha dado un ejemplo absoluto de civismo deportivo; por su parte, Evo Morales ha podido ver a un pueblo generoso y solidario que animaba a todo el mundo. “He visto a mineros que venían de sus cooperativas, he visto a indios con sus trajes tradicionales, he visto a todo un país movilizado a través de todas sus instituciones, ¡he visto a un pueblo feliz! Esto nunca lo olvidaremos”.